martes, 28 de julio de 2009

El Hard le quedó chico

SÁBADO 25 DE MARZO DE 2000

In Extremo incendió las conciencias


Juan José Olivares, para La Jornada.
* La cruzada musical de la Edad Media se aposentó en el Hard Rock Live la noche del jueves, al presentarse los siete juglares de In Extremo, banda germana que reunió parte de la acústica del medioevo con la potencia estruendosa del heavy metal.

Fue una noche de gaitas prolongadas que besaron el cielo, ruidos que escarbaron las mentes y las trasportaron a los primeros siglos, acrobacia bufónica en medio de una lluvia de fuego, riffs de guitarra intensos, bajos que inyectaron oscurantismo, una batería que fue un llamado para los señores feudales y un vocerrón que atemorizó nuestras conciencias: fue la noche de los que "sirven de diversión a la gente: los juglares modernos".

Dos horas de magia antigua y moderna (qué dirían los compositores medievales si escucharan sus canciones al ritmo del metal) que se conjugó en un solo espacio, que por cierto fue pequeño para toda la parafernalia de los alemanes, que gritaron, alucinaron, se incendiaron y se compenetraron con los mexicanos.


Más de 18 canciones en alemán, francés, sueco y español antiguos. Ambientación macabra que nos acercó a la oscuridad, pero de un modo divertido, explosivo, piromaniaco y sonoro.

Se escuchó Merseburger, In extremo, Santa María ­en español antiguo­, Pavane, Werd ich amgalger hochgezogen, entre otros improperios poéticos con la armonía metalera, con las gaitas, las percusiones, el dudelsach, las flautas, el schallmei, el schalgzeng, las arpas, la nykelharpa, la d-sack, instrumentos ancestrales que sirvieron de mecha para incendiar el breve espacio del local de Polanco.

Hay que mencionar la sobriedad y profesionalismo de quien se quiere entregar a un público que desconocía su música, pero que se llevó un grata impresión. Los teutones mostraron una energía imparable, comenzando por el vocal Michael Rhein, que en cada rola sacaba su papelito y traducía el título: "arra, sigue la canción del siglo XV francés Me enamorde de tu cabello neeegro".

Se produjo una auténtica euforia.

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