La quinta visita de In Extremo a tierra mexicana trajo sorpresas para algunos fans, tanto recientes como de hace tiempo. La banda vino una vez más con un concierto en conjunto, esta vez con Equilibrium, otro grupo de folk alemán.
Pasaron tres años desde la última visita de In Extremo a la Ciudad de México, en 2012, con una gira muy similar, que iniciaro presentándose en el festival metalero 70000 Tons of Metal a bordo de un crucero por el Caribe que partió de Miami hacia Jamaica, junto a muchas otras bandas de metal –incluyendo a
Equilibrium–.
Inmediatamente después de eso llegaron a México, cuando Micha al parecer se recuperaba de un resfriado que le dio durante su estancia en el crucero.
FOTO: http://www.Foto-Jagla.de
Inmediatamente después de eso llegaron a México, cuando Micha al parecer se recuperaba de un resfriado que le dio durante su estancia en el crucero.
Desde noviembre pasado, el fanclub mexicano quería organizar alguna reunión o buscar una sesión de autógrafos con la banda (algo que queríamos hacer desde hace mucho tiempo), y básicamente la respuesta afirmativa a dicha posibilidad nos vino de la banda y no tanto de la productora que los trajo. Llegó un momento, justo antes del concierto, en que pensé que no se podría hacer nada. Por fortuna, el magnífico bajista Kay Lutter intervino a fin de hacerlo posible.
Kay nos pidió acudir al Soundcheck al día siguiente, el mismo día del concierto. Y ahí nos presentamos, afuera del Circo Volador, aún incrédulos ante tal prospecto. Pero ahí estaban todos los de In Extremo, y tanto Luis Castillo –director de este recinto de conciertos– como el manager de In Extremo amablemente salieron a decirme que todos podríamos entrar, primero durante un rato al Soundcheck y luego a una reunión con la banda.
Todos estábamos ya bien emocionados cuando nos dieron ingreso al Soundcheck. La banda ya estaba tocando, ¡y con eso nos dio un mini-concierto exclusivo! Tocaron unas 4-5 canciones, Micha se turnaba entre cantar e ir a revisar todo desde la consola de sonido—Y todos estuvimos saltando y cantando todo el rato, hasta que llegó la hora de la reunión.
Micha y Boris fueron los primeros en recibirnos. La banda se estaba relajando en un pequeño patio detrás del escenario. Todos hablaron con nosotros y nos permitieron sacarnos fotos con ellos durante un buen rato. Algunos fans lograron platicar y preguntarles lo que pudieron. Por mi parte, pude preguntarle a Kay sobre su viaje. Me dijo que los últimos días habían sido algo caóticos. En ese momento parecía estar más relajado, y cuando le pregunté si pensaban ir a otros países de este continente, me dijo que les encantaría pero que la logística de eso era muy problemática debido a que tienen que mover mucho equipo, tanto material como humano. Supongo que eso explica por qué no pueden cruzar el charco y venir más seguido. ¡POR FAVOR, que alguien de este lado apoye a esta gran banda un poco más (especialmente las disqueras)! Qué mala onda que artistas que no son de EE.UU. y México, aunque tienen muy buena cantidad de seguidores, tanto potenciales como ya existentes, no logren buenos contratos para presentarse aquí. Como están las cosas en este momento, la logística de la banda es muy pesada y ello sólo encarece las entradas, lo que es una verdadera lástima.
Terminada la reunión con el grupo debimos salir de ahí –justo cuando Equilibrium iba entrando para hacer su propio Soundcheck–, y el manager de In Extremo nos grabó en video felicitando a la banda por su 20imo aniversario. Esperemos que nos incluyan en un video documental sobre sus giras. Esto fue la cereza en el pastel de esta gran experiencia. Cuando ya nos despedíamos, vimos a la banda salir a echar un vistazo de todos los recuerdos que vendían los puestos del mercado informal instalado afuera del recinto.
La noche del concierto llegó muy pronto, y aunque quería ver más del concierto de Equilibrium eso no me fue posible, más que nada por el tráfico. Pero alcanzamos a escuchar 2-3 canciones de esta banda, que evidentemente dio entrada a In Extremo con un final espectacular.
In Extremo abrió la noche con “Mein Rasend Herz”, tema favorito de los fans, y alternó todo el concierto entre clásicos como “Herr Mannelig”, “Vollmond”,
“Omnia sol temperat”, “Liam”, “Frei zu sein” o “Küss mich” con éxitos de sus discos más recientes como “Sängerkrieg”, “Viva la vida”, “Gaukler” o la nueva pero ya clásica “Feuertaufe”. Al final, y luego de una breve intervención de un fan que logró subir al escenario y pronunciar una declaración nada clara, In Extremo se despidió con “Ai vis lo lop”, “Spielmannsfluch” y su clásico tema de cierre en sus conciertos en México: “Villeman og
Magnhild”.
El concierto se nos fue volando. Al salir decidimos también ver lo que ofrecían los puestos callejeros en busca de un recuerdo de esta noche, ¡y para nuestra sorpresa vimos que un vendedor ofrecía playeras con el logotipo del Fanclub mexicano! Me decidí por un cuaderno que tenía impresa la fecha del concierto de In Extremo en México. Finalmente nos fuimos a casa, preguntándonos si pronto volveríamos a ver a la banda. En verdad esperamos que sí.
Hola, yo tambien soy fan de In extremo, ojala me consideren para la próxima visita y estar con ellos....
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